La joven japonesa aseguró que “siente un gran respeto por la historia y se niega a olvidar. Yo quiero sanar con mi cuerpo esa herida que sufren los chinos”.
“Eso sería como una compensación psicológica para ellos” y que “los estudiantes chinos la tratan más amistosamente que los japoneses”.
La doctora en historia tuvo una idea para enmendar una página de la historia de su país, y se ofrece para mantener relaciones sexuales gratis con estudiantes chinos y así disculparse por la invasión de Japón a China.